Descubre cómo la dieta hipocalórica (sin ejercicio) te hace engordar

¿Has leído bien el título de esta entrada? Sí, no estas leyendo mal, y no estoy loco al pensar que las dietas hipocalóricas pueden hacerte engordar si no las acompañas de un ejercicio físico adecuado. Déjame que te lo explique con calma, y verás cómo al final de este artículo tu percepción de dieta clásica quizás cambie …

A ver si te suena este caso

Vamos a suponer una persona a la que le sobren 30 kilos y decide hacer una dieta de 1300 calorías, por poner un ejemplo, de las famosas dietas hipocalóricas clásicas (ya sabéis, pesar la carne, tomar yogures para merendar, el pan solo una rebanada para desayunar …).

Esa persona sigue esa dieta por unos cuantos meses a rajatabla y sí, logra perder esos 30 kilogramos.

Ahora supongamos que esa persona vuelve a su alimentación anterior y vuelve a engordar esos 30 kilos que había perdido con tanto esfuerzo y sacrificio. ¿Qué es lo que ha pasado durante todo ese período de tiempo?

Pues bien, durante los meses en los que ha seguido la dieta de forma constante ha perdido 30 kilos, pero quizás 20 sean de grasa y 10 sean de músculo. Quédate bien con este último dato porque ahí está la clave, en los 10 kilos de musculatura que ha perdido.

Luego ha vuelto a engordar considerablemente, hasta el punto de que está de nuevo en su peso inicial, ahora bien, ¿en las mismas condiciones? Pues no, ahora ha engordado los 30 kilos, pero probablemente 28 sean de grasa, y solo 2 de musculatura.

Así pues, estamos en el mismo peso inicial, pero con una diferencia de 8 kilos de grasa de más.

Ahora esa persona, al verse de nuevo en ese sobrepeso, vuelve a ponerse a dieta, realizando de nuevo el mismo ciclo de adelgazar-engordar. Pierde los mismos 30 kilos, pero le ha costado más esfuerzo, y ahora cosas de la vida vuelve a engordarlos pero más fácilmente (¿te suena de algo todo esto? ¿Tú también eres de aquellos que han estado toda la vida a dieta?).

La clave: La masa muscular

Y es que si hay algo aquí que es un factor clave en todo este proceso es la pérdida de masa muscular.

Los músculos consumen calorías por el mero hecho de existir. Así pues, al perder masa muscular, también estamos perdiendo la “capacidad” de quemar calorías, y nos estamos refiriendo a quemar calorías incluso cuando duermes o estás en el sofá viendo la tele, no nos referimos a quemar calorías cuando haces ejercicio.

De todo esto, podemos sacar la conclusión de que al tener musculatura, podemos eliminar más fácilmente la grasa que tenemos almacenada en nuestro cuerpo, así como que nos será más difícil volver a recuperar peso.

¿Y qué tiene que ver las dietas hipocalóricas en todo esto?

Muchos médicos tienen la mala costumbre de darte una mala fotocopia de una dieta estándar a las personas que quieren perder peso, sin pararse a pensar las verdaderas necesidades del paciente que tiene delante. Esta afirmación la digo con conocimiento de causa, pues no es la primera vez, ni la segunda, que me pasa algo así.

Estas dietas hipocalóricas están basadas, en mi opinión, en conceptos que si bien no están anticuados, sí que es verdad que podrían ser muy mejorables.

Se basan en la típica pirámide alimenticia, la cual sitúa a los alimentos protéicos muy arriba. Es decir, la falta de proteínas es muy notable, y esto es justo lo que hace que se pierda musculatura de forma alarmante, junto a la no realización del ejercicio idóneo.

Tu cuerpo, al necesitar de alimentos protéicos y no obtenerlos, obtiene esos nutrientes consumiendo su propia musculatura. Este punto es muy importante que lo tengas en cuenta, y te lo vuelvo a repetir de otra forma: Si no comes las proteínas suficientes, te “comerás a ti mismo”, eliminando el músculo que ya tienes.

El agravante: La falta de ejercicio físico adecuado

A todo esto hay que sumarle una cosa, y es que no estamos acostumbrados (al menos, la mayoría de la gente) a hacer el ejercicio físico más adecuado para adelgazar. ¿Sabéis a cuál me estoy refiriendo? Muchos de vosotros estaréis pensando en correr, caminar, la natación … pues no, me refiero a las pesas.

De esto me gustaría hablar más pausadamente en próximos artículos, pero te voy a hacer un breve resumen: Si haces pesas, podrás mantener tu musculatura incluso haciendo una dieta hipocalórica. Si además de hacer pesas, sigues una dieta que tenga un aporte correcto de proteínas y otros nutrientes, no solo adelgazarás (quemarás grasa), sino que además aumentarás el tamaño de tus músculos, y eso nos gusta a todos (decir que en este punto existe cierta controversia, pues mucha gente afirma que no se puede construir musculatura habiendo un déficit de calorías, pero bueno, yo no pienso así, y en el caso de que así fuese, con mantener la musculatura que tenemos me sobraría).

Entonces, ¿cuál es la solución?

Pues si has leído hasta aquí podrás suponer cuál es la solución a todo este círculo vicioso. La clave para perder grasa y no volver a recuperarla se basa en tratar bien a tus músculos, aportándoles la cantidad de proteínas necesarias y otros nutrientes básicos, así como ejercitarlos con la ayuda de ejercicios de pesas.

Si eres mujer, quizás te sorprendar un poco de estas afirmaciones, incluso no te guste nada la idea de hacer pesas porque piensas que vas a ponerte demasiado fuerte, que vas a obtener un físico masculino y que tus brazos van a parecer demasiado grandes. Es normal que pienses eso, pero que sepas que es un error muy común entre las mujeres pues la realidad es que para conseguir una musculatura grande hay que dedicar muchos años de tu vida a realizar este ejercicio y seguir una dieta estricta y abundante.

Por eso mismo cuando la gente me recomienda hacer mucho ejercicio aeróbico (el típico que siempre se ha pensado que era el mejor para adelgazar), yo les digo que sí, que es bueno hacerlo, pero que nunca hay que olvidar las pesas, incluso que al ejercicio de musculación hay que darle prioridad por los motivos que aquí expongo.

¿Qué pensáis? ¿Tenéis otro punto de vista? Podéis dejar un comentario para añadir más información si así lo deseáis 😉