¿Qué es la dieta disociada y cómo se hace?

Por supuesto que en su día probé la dieta disociada (no iba a ser menos), aunque debo reconocer que en este caso no me convencía demasiado y solo duré un par de semanas a lo sumo.

Si hay algo que tengo claro es que con esta dieta se adelgaza por simple aburrimiento. Quizás el pensar que puedes comer la cantidad que quieras de un alimento en concreto (incluyendo pastas y arroces), es algo realmente seductor, lo que pasa es que después en la práctica acabas aborreciendo esos platos, sobre todo porque no tienes la posibilidad de combinarlos con prácticamente nada.

La dieta disociada es una dieta muy popular. Se basa en la idea mantener una alimentación en la que se evite la mezcla de proteínas con hidratos de carbono, de lo contrario ésta impide la correcta digestión o la pérdida de peso. Este es el pilar fundamental sobre el que se sustenta la dieta disociada, con la que es posible bajar hasta 4 kilos en una semana (según afirma la gente que la sigue). Sin embargo, no surtirá los efectos deseados si no se tienen en cuenta una serie de premisas:

que comer con la disociada

Claves para hacer la dieta disociada

Todas las dietas disociadas tienen una serie de puntos en común. Pueden variar de unas a otras, pero no suele ser lo habitual:

  1. No tomar bebidas gaseosas o zumos con la comida o mientras el organismo está haciendo al digestión.
  2. No comer hidratos después de las siete de la tarde.
  3. Para volver a ingerir alimentos siempre hay que esperar unas tres horas, hasta que el organismo haya hecho la digestión.
  4. Los platos deben ser hipocalóricos, por lo que se excluyen las frituras y los alimentos con elevado aporte calórico o grasos.
  5. No tomar lácteos con las comidas.
  6. Si se quiere comer algo incompatible con la tabla de alimentos correspondiente el mejor momento para hacerlo es la hora de la comida.
  7. Tratar siempre de tomar pescado o mariscos por la noche por su bajo aporte calórico.

Tipos de dietas disociadas

Además, es importante conocer la tabla de separación de los alimentos para llevar la dieta disociada a cabo correctamente.

Hay varias dietas de este tipo y cada una propone la suya propia. Una de las más conocidas es la Dieta de Hay. Se puso de moda en los años 20 y su pilar fundamental se asienta sobre la idea de que los alimentos por si solos no engordan, pero si no está combinados correctamente sí. Se debe evitar mezclar los hidratos de carbono con las proteínas, ya que los primeros se digieren en medio alcalino y las segundas en medio ácido. Tiene su propia tabla de alimentos en la que indica cuáles son compatibles y combinables y cuáles están prohibidos.

El Regimen de Antoine es otra de las dietas disociadas más conocidas. Se fundamenta en la idea de ingerir cantidades ilimitadas de un grupo de alimentos que se prohíbe mezclar con los de otros grupos. Por ejemplo, los lunes solo carne, los martes solo verduras etc. Es una dieta hipocalórica disociada que permite perder unos cuatro kilos a la semana, pero que no hay que mantener durante demasiado tiempo porque no es completa ni aporta al organismo los nutrientes que necesita, hay días en los que nos se ingieren hidratos de carbono, tan necesarios para el organismo.

El Régimen de Selton también entra dentro de las dietas disociadas y se basa en la división de los alimentos por grupos. Así, por la mañana se consumen lácteos, carne en las comidas y verduras en las cenas. Al igual que los anteriores, tiene su propia tabla de alimentos en la que se indica cuáles son los que deben ingerirse a lo largo del día y cuáles no pueden mezclase. Con ella pueden perderse también unos tres kilos a la semana.

La Dieta de las Tres Columnas divide los alimentos en tres grupos. El primero se integra por alimentos ricos en proteínas, como carnes, huevos o lácteos; el segundo por las verduras y bebidas light, mientras que en el tercero agrupa a los que contienen hidratos de carbono, como las verduras. Indica que puede comerse de todo, pero prohíbe la mezcla de alimentos del primer grupo con las del tercero.

La Dieta de Kohnlecher se basa en la premisa de lo que hace engordar es la mezcla de lípidos con hidratos de carbono, por lo que elimina el azúcar y limita la ingesta de hidratos de carbono hasta el 10%, los cuales quedan confinados al desayuno que es cuando el organismo está mejores condiciones para poder eliminarlos.

La dieta de Montignac va en la misma línea que la anterior y evita la mezcla de lípidos con hidratos de carbono, por lo que quien la sigue no podrá ingerir alimentos con estos macronutrientes. Además, aconseja ingerir la fruta sola y nunca después de las comidas.

Mi humilde opinión sobre estas dietas

Como decía al principio, cuando probé la disociada llegué a perder peso porque apenas tenía ilusión por comer, y esta es una de las cosas que ha hecho que esté gordo tanto tiempo.

Creo que si de verdad queremos adelgazar, debemos seguir una dieta que realmente nos motive a comer cosas buenas, así como a hacer ejercicio y, en definitiva, que no nos quite las ganas de vivir, que es justo lo que me pasaba a mi cuando me auto imponía una dieta super restrictiva.

Aclaro una cosa, y es que no debemos confundir esta dieta con las dietas cetogénicas cíclicas (que explicaré más adelante).

¿Y vosotros? ¿Tenéis alguna experiencia con la dieta disociada? Cualquier comentario será bien recibido 🙂

9 Comments

  1. Hola Luis, yo nunca he hecho una dieta disociada porque comía siempre fuera de casa y así es imposible pero tenía una compañera de piso que podía hacerse la comida en casa y se puso con la Montignac. Bajó más de 10kilos pero estaba de mal humor todo el día, no podía ir a ningún lado con amigos, perdió a la pareja (las parejas no comprenden las dietas) y la verdad es que luego cuando dejó esta dieta recuperó 15 kilos. No volvió a hacer más dietas que yo sepa.

    Yo desde hace tiempo creo que las dietas en sí mismas son siempre perversas y fallan en lo que fallan todas: Son imposibles de seguir sin arruinar tu vida social, laboral, de pareja o deprimirte por completo. Y si lo que buscamos es adelgazar para estar mejor de salud y al final estamos derrotados, no tiene mucho sentido seguirlas. Lo mejor es analizar por qué engordamos y enmendarlo. Se puede vivir con un poco de control y algo de disciplina pero no viviendo encerrados en casa cocinando cosas imposibles de comer.

    • Creo que yo no podría haberlo expresado mejor. ¿Sabes cuál es una de mis ilusiones? Escribir algún día un libro donde explique cómo he perdido peso y cuál ha sido el cambio de mentalidad que he tenido que dar, que creo que es mil veces mejor que el “ponerse a dieta”.

      Magnifica reflexión la tuya Lisbeth 🙂

  2. Ahora afortunadamente me he informado más y mi dieta creo que está bastante equilibrada y además funciona pero en su día probé la de Montignac y la verdad es que me funcionó muy bien y en la segunda fase de la misma no era tan monótona…. El error…. Que no es del todo equilibrada, como casi todas.

    Saludos!

    • Es lo que tiene todo “método”, que al final falla por algún lado. Por eso pienso que lo que estoy haciendo ahora es lo mejor con diferencia 🙂

  3. Buenas. Buena web, la recomiendo. ¿Cómo se llama el programa que usas para crear esas imágenes animadas de ti mismo? Un saludo.

  4. Yo veo viable hacer una dieta de estas “para una emergencia” (como que tienes un evento y necesitas meterte en un vestido por ejemplo) pero luego cuando ya has perdido lo que necesitas como haces para no recuperarlo de nuevo?

    • Imagino que habrá que seguir una serie de normas, como pasa con la dieta Dukan, pero no sabría decirte con exactitud porque no llegué tan lejos 😛

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